Susana Cruz.
Veracruz, Ver.- Investigadores de la Universidad Veracruzana, destacaron que nuevos arrecifes no emergidos han sido descubiertos en una zona comprendida tanto dentro como fuera del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV).
Organizaciones de la sociedad civil, académicos y expertos en materia de biodiversidad y ecosistemas marinos, urgieron al gobierno a proteger los arrecifes coralinos de Veracruz, tanto los que se encuentran dentro del polígono del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV), como los recientemente hallados, ya que debido a su cercanía con las obras de ampliación del Puerto de Veracruz, pueden sufrir daños irreversibles.
Con ocasión de la visita a México del barco de la organización ambiental Greenpeace, elRainbow Warrior -que se encuentra atracado en el Puerto de Veracruz hasta el 2 de enero-, los defensores ambientales reiteraron el llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que proteja dichos arrecifes.
En conferencia de prensa, académicos de la Universidad Veracruzana confirmaron el relevante hallazgo de nuevos arrecifes coralinos no emergidos, ubicados dentro y fuera de la poligonal del PNSAV, una muy buena noticia en términos del alto valor ambiental, económico, social y cultural que tienen. Como se sabe, los arrecifes constituyen una barrera natural contra el impacto de huracanes y tormentas; son banco de alimento que detona la reproducción de la biodiversidad y, por ende, la actividad pesquera. Asimismo, representan un atractivo para turistas y buzos de todo el mundo.
El Doctor Leonardo Ortiz, biólogo e investigador de la Universidad Veracruzana, señaló al respecto que el hallazgo de arrecifes coralinos no descritos dentro y fuera del Parque Nacional, demuestra que todas las costas veracruzanas se ven beneficiadas con la presencia de un Corredor Ecológico que recorre más de 800 km del litoral del suroeste del Golfo de México. Enfatizó que es necesario proteger todos estos arrecifes para garantizar el bienestar de la población que habita estas costas.
También destacaron que la salud de estos arrecifes está comprometida pues han sido impactados negativamente por la actividad humana. Horacio Pérez España, Investigador y Académico de la Universidad Veracruzana, explicó que: “Desde la década de 1960 a 2000 los arrecifes del PNSAV perdieron más del 50% de cobertura de corales, cambiando de un valor aproximado de 50-60% a un 19-22%. Además, en los últimos diez años, las enfermedades en los corales se han incrementado en más de 400%, lo cual es un indicador de un nivel de estrés muy elevado, que podría ocasionar su muerte”.
A fin de detener el deterioro del Parque y modificar la ejecución del proyecto de ampliación del Puerto, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), ha emprendido un par de litigios. Francisco Xavier Martínez Esponda, Director Técnico operativo de CEMDA, refirió que “los arrecifes son fuente de vida y por ello hemos investigado y documentado la situación del PNSAV, así como la deficiente administración realizada hasta ahora para este sitio por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), así como la afectación que provocará el proyecto autorizado para la ampliación del Puerto. Hemos emprendido acciones legales para contribuir a la conservación del PNSAV, sin que hasta el momento los jueces federales hayan reconocido el interés legítimo que poseen los habitantes de la ciudad para acudir a la defensa de un sitio que les es vital para su buen vivir. En el marco de los compromisos asumidos por México en la COP13 y recordando la estrecha relación que hay entre el derecho humano al medio ambiente sano y la biodiversidad, pedimos atentamente a nuestras autoridades proteger bajo el estándar más alto de protección al PNSAV.
Finalmente, Aida Navarro, asesora de Comunicación de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), destacó que “la modificación de los límites del PNSAV vulnera las obligaciones internacionales de México para preservar ese sitio, entre ellas las asumidas bajo la Convención Ramsar, tratado intergubernamental para la protección de humedales, y el Convenio sobre la Diversidad Biológica”.