Janet Zurita.
Las Palmas, Gran Canaria, España.- La Terminal de contenedores del muelle de La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, gestionada por Boluda Corporación Marítima, volvió a servir de marco inigualable para la audición del concierto sinfónico “Ópera Viva”, el pasado 22 de julio, al que se sumaron cerca de 3.000 personas.
Una actuación musical que forma parte de la programación de la XXI edición del Festival Internacional de Teatro, Música y Danza (Temudas Fest), que se celebra en la isla de Gran Canaria del 6 de julio al 5 de agosto.
El Festival Internacional Temudas, organizado por el Ayuntamiento de Las Palmas, contó una vez más con la colaboración de Boluda Corporación Marítima, que patrocinó la audición sinfónica dentro de su programa “Humanitarian Transport” y de su política de Responsabilidad Social Corporativa emprendida por la compañía en los últimos años para favorecer las iniciativas vinculadas a la cultura.
El arquitecto municipal Juan Espino fue el encargado del diseño para convertir 50 mil cuadrados de la Terminal de La Luz en un centro operístico. La caja escénica, el aforo y los accesos al recinto se estructuraron con 120 contenedores cedidos por Boluda Lines, la división dedicada al servicio de transporte integral y gestión internacional de mercancías, bajo dos grúas Post-Panamá, de 80 metros de altura y 800 toneladas de peso.
Un año más, y con ésta son ya seis ediciones, Boluda Corporación Marítima volvió a colaborar con el concierto sinfónico del Temudas. En esta ocasión, el Coro y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC), dirigidos por Luis García Santana y Rodrigo Tomillo, respectivamente, programaron el espectáculo musical “Opera Viva”, que constituyó un recorrido a través de célebres obras de la literatura operística de Italia, Alemania y Francia.
Títulos como La Bohème, Norma, Romeo y Julieta, Werther, Los maestros cantores de Núremberg o Turandot, en las voces de dos grandes figuras de prestigio internacional como la soprano grancanaria Yolanda Auyanet y el tenor valenciano Antonio Gandía, llenaron de emoción a los asistentes.
A este atractivo e interesante programa se sumó la inclusión de piezas menos conocidas, sin embargo muy bellas, procedentes de Iris o L’amico Fritz, de Pietro Mascagni. La presencia del Capricho Italiano, op. 45 de Chaikovski, que abrió el evento, constituyó, también, un homenaje al género de la canzone italiana.
Éste ha sido el sexto año consecutivo que la OFGC, de la mano del Festival de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria, se aventuró a salir de los recintos más tradicionales para sacar la música a un lugar tan inusual como el muelle de la Luz, donde grúas y contenedores forman una extraordinaria caja escénica.
Con esta nueva edición se consolida en el ámbito internacional este espectáculo al aire libre que aporta el atractivo de su fascinante ambiente industrial, donde las grúas y contenedores se unen a la brisa marina y el olor a salitre. Durante 85 minutos la fuerza del concierto y la atmósfera lograda logró sorprender al público más entendido.