Susana Cruz.
Barcelona, España.- El Port de Barcelona ha dado un importante paso hacia la desestacionalización de la actividad de cruceros, hecho que ayuda a corregir la concentración de cruceristas durante los meses de verano y facilita la distribución del impacto económico de esta industria a lo largo de todo el año -calculado en más de 1.000 millones de euros anuales–, contribuyendo así a su sostenibilidad.
Durante los últimos cinco meses, de noviembre de 2017 a marzo de 2018, han pasado por el Port un total de 619.364 pasajeros de cruceros. Este resultado supone que el 22% de los cruceristas que han visitado Barcelona durante los últimos 12 meses, lo han hecho en temporada baja. El porcentaje de los pasajeros de crucero que llegan a la ciudad en invierno va en aumento, ya que en el periodo noviembre 2016-març 2017 representaba el 17% del total.
Además, entre noviembre de 2017 y marzo de 2018 los cruceristas crecieron un 37% y las escalas aumentaron un 20,1%, cifras que confirman que cada vez más navieras apuestan para posicionar sus barcos en la capital catalana durante los meses de invierno.
Cruceros más eficientes y sostenibles
Entre las compañías que han estado operando durante los meses considerados de temporada baja en el Port de Barcelona destacan a la inglesa TUI Cruises y la alemana Aida Cruises (Grup Carnival), que han reforzado esta apuesta con varios barcos. Hace falta destacar que AIDA Cruises ha llevado semanalmente el barco AIDA Perla, el más nuevo de su flota y que tiene motor de gas natural licuado (GNL), que ha sido el primer crucero al utilizar GNL como combustible en Barcelona.
El primer grupo crucerístico del mundo, Carnival Corporation, también lleva años situando barcos de sus compañías a Barcelona durante la temporada de invierno. Carnival Corporation ha corroborado su apuesta por la capital catalana con la puesta en marcha, esta primavera, de la nueva Terminal E, de 12.000 metros cuadrados. Con una inversión de 30 millones de euros, la instalación ha sido diseñada con elevados criterios de eficiencia y sostenibilidad y está preparada para atender los barcos más modernos y sostenibles, como los que operarán exclusivamente con gas natural licuado.
Otra de las compañías que ha reforzado sus servicios en el Port de Barcelona durante los meses de otoño e invierno es MSC Cruises, que ha situado su crucero insignia, el más nuevo y sostenible de la compañía, el MSC Meraviglia, construido en el 2016. También destaca la apuesta de Royal Caribbean, que ha adelantado la llegada de su nuevo fuselaje, el Symphony of the Seas, en el mes de marzo. Este barco es uno de los más nuevos del mundo y ha sido diseñado siguiendo criterios de eficiencia y sostenibilidad, lo cual le permite ser un 25% más eficiente que los otros cruceros de su tipo.
Impulso a la desestacionalización
El Port de Barcelona lleva años impulsando la desestacionalización de la actividad de cruceros con el fin de distribuir el impacto económico a lo largo de los 12 meses del año y para contribuir a la descongestión de la ciudad durante los meses estivales. Este trabajo ha dado sus frutos y durante el año pasado el tráfico de cruceristas aumentó durante los meses considerados de ‘temporada baja’ (enero, febrero, marzo, noviembre y diciembre), mientras que el resto del año (de abril a octubre) el volumen de pasajeros de cruceros se redujo con respecto al año anterior.