Danytza Flores.
Xalapa, Ver.- Alan Couttolenc Aguirre, egresado del Doctorado en Ciencias Biomédicas, adscrito al Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Veracruzana (UV), realizó un estudio químico con hongos marinos provenientes del Sistema Arrecifal Veracruzano (SAV), el cual busca sentar las bases en cuanto a la obtención de metabolitos compuestos con actividad farmacológica o aplicación terapéutica a futuro.
Durante su participación en el Seminario Científico del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca), con el tema “Biotecnología y biomedicina de organismos marinos”, destacó que dicho trabajo se basó en la colecta de organismos marinos, entre ellos algas, corales y esponjas, a fin de aislar cepas endófitas.
Ante estudiantes de los posgrados en Ciencias en Ecología y Biotecnología reunidos en el Aula de Usos Múltiples del Inbioteca, el candidato a investigador del Laboratorio de Alta Tecnología de Xalapa (Latex) de la UV, dio a conocer que dicha investigación la inició en 2010 bajo la dirección de Ángel Trigos Landa, y en coordinación con el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías (Icimap), con sede en la región Boca del Río.
Detalló que la biología marina está enfocada en la aplicación de nuevas metodologías a los organismos marinos con el fin de aumentar la oferta de productos del mar, mejorar la seguridad y el control de la proliferación de microorganismos nocivos transmitidos por el agua, así como el desarrollo de nuevos medicamentos, cuidados sanitarios, cosméticos y con aplicaciones en la agricultura y productos alimentarios.
Por tanto, el resultado de las investigaciones biomédicas son los medicamentos modernos, el mayor entendimiento de la naturaleza de las enfermedades y conocimiento más avanzado acerca del cuerpo humano. Su trabajo en particular consistió en el aislamiento de seis cepas –de un total de 34– que resultaron activas en el ensayo preliminar, y prometedoras para seguirse investigando, es decir, que mostraron una respuesta positiva.
Resaltó que para llegar a una aplicación real y farmacológica de estos compuestos y moléculas, tendrán que transcurrir 10 años o más, pues se requiere de un análisis y trabajo arduo para determinar si son completamente funcionales y seguras para el uso humano. Por tanto, se espera que en un futuro funcionen como antibióticos, tratamientos contra el cáncer, aditivos alimenticios o antioxidantes. “Esto es ciencia básica y es el primer paso de lo que se hace, es el primer acercamiento en la búsqueda de nuevas alternativas a tratamientos.”
Couttolenc Aguirre aseveró que tan sólo en México dichos microorganismos marinos son poco explotados y existen pocos grupos dedicados a su estudio. Por ejemplo, en la UV hay un grupo que trabaja con microalgas, pero desde el punto de vista ecológico. “Nosotros estamos más enfocados en buscar metabolitos activos a partir de organismos de ese tipo, pues existe mucho recurso que se puede aprovechar.” Respecto a su labor y colecta de hongos provenientes de ambientes marinos como manglares, arrecifes de coral y lagunas, comentó que su muestreo es complicado debido a que dichas especies se encuentran protegidas.
También mencionó que este trabajo lo llevó a realizar una estancia de investigación en la Universidad de La Laguna, situada en San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, España, donde estudió un compuesto proveniente de un organismo, el cual podría ayudar a reintegrar calcio a los huesos y fortalecerlos. “Eso sería una aplicación biomédica”.