Janet Zurita.
Ciudad de México.- La pandemia provocada por Covid-19 hizo lo impensable: detener la economía mundial, incluyendo a la industria del trasporte de carga, que es vital para la economía de los países. Sin embargo, también trajo algo bueno, ya que el coronavirus se convirtió en acelerador de la transformación digital en las empresas.
La digitalización de las compañías son una especie de escudo contra cualquier tipo de contingencia porque hace que todos los procesos involucrados en la logística, traslado y entrega de productos se controlen de manera electrónica, se monitoreen a distancia y hace que un buen porcentaje de los trabajadores labore desde sus hogares, evitando riesgos de contagios y una considerable disminución en costos.
Quienes llevan sus procesos de forma tradicional, se han percatado de que el uso de la tecnología, como el software, el GPS, las videollamadas y la comunicación a través de móviles y aplicaciones, son esenciales para las compañías.
Estamos en un buen momento para digitalizarse, ya que las industrias comienzan a reactivarse, como la del trasporte de carga: “Es inevitable voltear a ver las estadísticas y analizar que en el mes de abril teníamos casi el 60.63% de los camiones parados; en el mes de mayo llegamos casi al 50%; y ahora en el mes de junio, que acaba de concluir, esta situación se empezó a revertir”, tal como lo aseguró recientemente Enrique González, presidente de la Canacar (Cámara Nacional del Autotransporte de Carga).
Ante este panorama, además de la importancia de la transformación digital, las empresas de transporte de carga han aprendido seis lecciones fundamentales:
1. Anticiparse. No hay que esperar a que sucedan contingencias sanitarias, naturales o sociales. Es importante contar con un plan estratégico de corto y largo plazo para estar prevenido ante las crisis, así como tener a la mano protocolos de seguridad y economía.
2. Reforzar la seguridad. El robo en el sector transporte aumentó 13% en esta época, por lo cual se deben voltear a ver opciones que brinden seguridad a la industria y a cada una de las unidades de carga.
3. Flexibilidad. La pandemia nos enseñó que el trabajo puede y debe ser flexible. La tecnología es una aliada que permite el trabajo remoto entre directivos, empleados y colaboradores. Muchas empresas no creían en estos esquemas y ahora se volverán parte de la rutina. Incluso la tecnología cuenta con excelentes canales de comunicación con clientes y proveedores.
4. Protección al operador. El conductor de los tractocamiones debe estar protegido y es necesario crear estrategias que protejan su bienestar físico y emocional. Por otro lado, es importante que cuenten con capacitación constante, otorgándoles beneficios y herramientas tecnológicas para hacerlos aliados de la empresa y no solo empleados.
5. Adaptabilidad. La empresa cliente, está exigiendo mayor eficiencia y puntualidad en las operaciones y están obligando al transportista hacer uso de herramientas tecnológicas que permitan hacer intercambio electrónico de datos para poder conservarlos como proveedores por lo tanto es importante la inmediata introducción de tecnología en su empresa para no quedar fuera de la proveduría de las empresas tractoras.
6. Prever el futuro. La tecnología y las tendencias comerciales son herramientas para ayudarnos a prever el futuro y saber hacia dónde dirigir la compañía. El T-MEC es una de tantas buenas noticias para el sector que auguran un buen porvenir para la industria del transporte fronterizo.