Danytza Flores.
Ciudad de México.- El origen de lo que hoy es la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) se remonta a 1930, cuando se creó la Confederación Nacional de Transportes de la República Mexicana que agrupó a los distintos modos de transporte mexicano: ferroviario, marítimo, carretero y aéreo. En 1937, el organismo se transforma y surge la Cámara Nacional de Transportes y Comunicaciones (CNTC).
La fuerza y la tradición de lucha que caracterizaba a los transportistas de la época prevaleció por muchos años en la CNTN, hasta que el 18 de julio de 1989 un “comité organizador” integrado por Francisco José Dávila Rodríguez, Bernardo Lijtszain Bimstein, Miguel Quintanilla Rebollar y Héctor Larios Santillán, solicitó a la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI) del Gobierno Federal, la autorización para constituir la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga.
Desahogado el procedimiento y los requisitos previstos en la Ley de las Cámaras de Comercio y de las de Industria de 26 de agosto de 1941, la SECOFI autorizó la constitución de CANACAR por resolución del 25 de septiembre de 1989. Cuatro días después, la autorización y los primeros estatutos de la Cámara, aprobados por la dependencia, fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación.
El tercer gran momento para el autotransporte de carga, es el que estamos viviendo ahora. De acuerdo con José Refugio Muñoz López, vicepresidente ejecutivo de CANACAR, los 9 meses de crisis de salud y económica que han transcurrido en este 2020 “han puesto a prueba no solamente a cada mexicano y a cada una de las empresas, sino también a las propias organizaciones empresariales que han tenido que asumir con más vigor el rol que les corresponde jugar, y CANACAR ha sabido responder a esa expectativa, ya que se ha puesto al frente de situaciones adversas y ha tomado acciones que benefician no solo a los transportistas de carga, sino al país”.
De acuerdo con el directivo, México y el mundo entero están entrando a la cuarta revolución industrial; y el autotransporte de carga nacional, consecuentemente, está entrando a su segunda gran transformación. “La primera ocurrió hace 31 años cuando nació CANACAR como producto de la desregulación. Hoy, estamos enfrentando el gran reto de adecuar nuestro sector a un nuevo y desafiante escenario de transformación comercial, industrial y tecnológica, y CANACAR está llamada, de nueva cuenta, a ser ese órgano que dirija este proceso”, apunta.
Durante estos 31 años que nuestra cámara ha sido conducida por Francisco José Dávila Rodríguez (1989-1994); Bernardo Lijtszain Bimstein (1994-1999); Miguel Quintanilla Rebollar (1999-2001); Manuel Gómez García (2001-2003); León A. Flores González (2003-2005); Tirso Martínez Angheben (2005-2008); Jorge Cárdenas Romo (2008-2009); Juan Carlos Muñoz Márquez (2009-2012); Roberto Díaz Ruíz (2012-2015) y Rogelio Montemayor Morineau (2015-2018); siempre hemos mantenido la misma visión: promover las buenas practicas del sector, el desarrollo y la profesionalización del autotransporte de carga.