Pedro Cruz.
Veracruz, Ver.- Mohammad Aisha, regresó a su país natal, Siria, para poner fin a una batalla de cuatro años durante los cuales este marino se vio obligado a vivir en un buque abandonado en el canal de Suez a la espera de que este fuera vendido. La liberación de Aisha se produce tras el ofrecimiento de la ITF de intercambiar a Aisha por uno de los representantes sindicales de la federación en Egipto como representante legal del buque.
Aisha llevaba solo dos meses trabajando como primer oficial a bordo del MV Aman (número de la OMI 9215517), con bandera de Baréin, cuando las autoridades egipcias detuvieron el buque por no disponer de certificados en vigor de los equipos de seguridad.
Tras el abandono del buque por parte de su propietario, un tribunal egipcio designó a Aisha “representante legal” del buque, lo que le impedía abandonar el Aman hasta que se vendiera el barco o se encontrara a alguien que lo relevara. El buque carecía de electricidad y abundaban los insectos y roedores. Aisha tenía que nadar hasta la orilla para cargar su teléfono y conseguir alimentos y agua.
La propuesta sindical abre una salida
La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), a la que están afiliados sindicatos de gente de mar de todo el mundo, se hizo cargo del caso de Aisha ante el puerto egipcio y los agentes de inmigración.
El coordinador de la Red del Mundo Árabe e Irán de la ITF, Mohamed Arrachedi, explica que después de meses de frustración por la inacción del armador, del registro de Baréin y de las autoridades egipcias, la semana pasada se encontró una solución. La ITF propuso al tribunal intercambiar a Aisha por uno de los representantes sindicales de la federación en Egipto como representante legal del buque.
“La aceptación por parte del tribunal de nuestra propuesta de intercambiar a Mohammad Aisha por uno de nuestros contactos en la ITF nos permitió acelerar los procesos de inmigración necesarios y organizar las pruebas PCR para iniciar su retorno”.
“Se trata de uno de los casos de abandono más frustrantes a los que he tenido que enfrentarme; Mohammad ha vivido una situación demasiado larga y desesperante. Cabe señalar que se podría haber evitado perfectamente el sufrimiento infligido a Mohammad si tanto el armador como el resto de las partes con obligaciones para con el marino y el buque hubieran actuado correctamente desde el principio”.
“Muchas cosas han cambiado en los últimos cuatro años. Es posible que la casa de Mohammad en Siria esté irreconocible. Algunos de sus familiares han muerto en estos años. A consecuencia de los retrasos, no volverá a ver a su madre. Es desolador”.
“Mohammad ha perdido cuatro años de su vida”. Según Arrachedi, Aisha no acaba de creerse que haya terminado la pesadilla que lo ha mantenido atrapado a bordo del Aman. “Está entusiasmado, naturalmente, pero también exhausto. Ha habido muchos intentos fallidos en su regreso a casa, relata Arrachedi.
En declaraciones a la BBC, el marino explicó lo que sentía minutos antes del despegue de su avión: “¿Que cómo me siento? Como si saliera de la cárcel. Por fin voy a reunirme con mi familia, voy a volver a verlos”. Arrachedi explica que, a pesar de los cuatro años que Mohammad pasó a bordo del Aman, sigue decidido a continuar trabajando como marino.
El coordinador le desea “todo el cariño del mundo para reconstruir su vida”. Sin embargo, el caso de Aisha aún no ha terminado; la federación de sindicatos prosigue su lucha por recuperar los salarios del marino, una batalla que suele quedar pendiente siempre que los armadores abandonan sus buques.
“Es absolutamente inaceptable que sea siempre la gente de mar quien deba pagar los elevadísimos costes de los abandonos. Los abandonos en el sector marítimo son un cáncer que debemos erradicar”, sostiene Arrachedi.
Es necesario reformar el sistema de “representación legal”
Arrachedi asegura que el caso de Mohammad Aisha ha contribuido a dar una mayor visibilidad al cuestionable sistema egipcio de “representación legal” en los casos de abandono de gente de mar. “Designar a los marinos como representantes legales les está trayendo enormes problemas y tormentos”.
El caso de Aisha se asemeja al de Vehbi Kara, un capitán turco que estuvo atrapado a bordo de un buque en el canal de Suez durante meses tras la decisión de un tribunal egipcio de nombrarlo representante legal del buque abandonado MK Kenan Mete (número de la OMI 8701935). Gracias al apoyo de la ITF, el capitán Kara fue liberado y trasladado a un hotel, aunque sigue sin poder salir de Egipto.
