Pedro Cruz.
Veracruz, Ver. En América Latina, con la recuperación pos-covid-19, la industria automotriz ha surgido como uno de los impulsores clave en el crecimiento de la economía, con una expectativa de TACC (Tasa Anual de Crecimiento Compuesto) del 5 % en el período 2021-2026. Hay una demanda de exportación masiva a medida que la región se convierte en una alternativa viable para las operaciones de nearshoring para sus mercados vecinos.
Las medidas de desarrollo sostenible mundial, junto con la demanda de alternativas de transporte más ecológicas por parte de los consumidores, generarán un cambio hacia los vehículos eléctricos. Si bien la infraestructura para carga es limitada y de alto costo, políticas estatales como las exenciones de impuestos o las restricciones de uso para los vehículos a combustible, tendrán un efecto de largo alcance. Algunos mercados como México o Chile muestran un potencial para una adopción más rápida de vehículos personales.
La transición de “combustible” a “carga”
Latinoamérica está a punto de hacer la transición a los vehículos eléctricos en el sector del transporte, pues tiene:
● Una de las matrices de electricidad más limpias del mundo.
● 60 % de capacidad instalada de recursos renovables (más alta que el promedio mundial).
● La flota de automóviles con más rápido crecimiento en el mundo.
● Una expectativa de crecimiento de la flota de automóviles que llegará a los 200 millones en 2050.
Los vehículos eléctricos híbridos y los vehículos eléctricos híbridos enchufables (HEV, PHEV) han mostrado un crecimiento exponencial al despejar la inquietud de la infraestructura de carga limitada en la región. Los consumidores prefieren tener ambas opciones, el combustible y la carga eléctrica, lo que les da un mayor grado de kilometraje y autonomía en comparación con los vehículos eléctricos con batería tradicionales (BEV).
Según un estudio de Frost & Sullivan, se pronostica que se comercializarán alrededor de 114,700 vehículos híbridos (HEV) en toda la región, lo que representa un índice de crecimiento año a año del 26%. Se espera que las ventas de híbridos enchufables alcancen las 20,300 unidades (TACC de +36%) para 2025, y los vehículos eléctricos con batería alcanzarían las 23,300 unidades (TACC de +50%).
Para los fabricantes la producción de cualquier tipo de vehículos eléctricos requiere de una cadena de suministro fuerte, que pueda hacerle frente a diversos cuellos de botella. Las repercusiones mundiales de la covid-19 derivaron en una escasez de semiconductores que generó un gran impacto en los fabricantes de automóviles, ya que los componentes electrónicos pueden representar hasta el 47% del costo y la composición total de un automóvil.
Algunos de los componentes de los vehículos eléctricos, como las baterías, son materiales que requieren certificaciones para ser transportados. Los fabricantes deben asegurar que sus socios logísticos tengan las capacidades necesarias para evitar cualquier problema.
De acuerdo con John Carmichael, Director Global de la Vertical Automotriz de A.P. Moller Maersk, “uno de los mayores desafíos que están enfrentando los fabricantes, especialmente en Europa y Norteamérica, es tener una cadena de suministro de baterías lo suficientemente fuerte, debido a los requisitos específicos de almacenamiento y manipulación”.
México es un potencial proveedor, con producción de salida para los EU en virtud del acuerdo NAFTA, y ofrece incentivos como la exención del impuesto para automóviles nuevos a los dueños de vehículos eléctricos híbridos y de hidrógeno. Estos incentivos han impulsado el mercado de los vehículos eléctricos e híbridos: en 2019 estos vehículos sumaron 955,393 unidades de enero a septiembre.
Brasil tendrá inversiones centradas en el desarrollo de vehículos eléctricos para el sector del transporte público y de mercancías. Desde 2018 Colombia ha tenido un marco reglamentario para promover los vehículos eléctricos con diversas leyes que disminuyen impuestos y eliminan las restricciones de tránsito. Chile ha tenido una estrategia nacional de electromovilidad desde 2016 que apunta a electrificar un 40% de la flota privada para el 2050.
La agenda de sustentabilidad global impactará en mercados clave como Chile, México y Brasil. Desde una perspectiva reguladora, aspectos como la producción, el almacenamiento y la seguridad se verán influenciados por la gestión de lobby de grupos de ensamblaje automotriz en cada país, los cuales tienen gran relevancia en México y en Brasil
Desafíos para los fabricantes
El mayor desafío en el desarrollo del segmento HEV/PHEV para los fabricantes de automóviles será gestionar dos cadenas de suministro en paralelo para responder a la demanda de componentes de los motores IC (combustión interna) y el abastecimiento de partes electrónicas y baterías. Según expertos de Maersk, la transición de los vehículos con motor IC a eléctricos será desafiante en términos de la complejidad del diseño del producto y la cantidad de partes que se usan. Al ofrecer trenes motrices alternativos, los fabricantes tendrán que volver a analizar su cadena de suministro desde diversos ángulos.
Además tendrán que fortalecer su integración vertical en la cadena de suministro posventa, ya que el cambio de los motores IC a EV (HEV, PHEV, BEV) exigirá que las empresas pronostiquen con certeza la demanda de partes y componentes durante los próximos 10 años.
En un futuro cercano, será difícil para los fabricantes tercerizar su logística inversa a un socio que no tenga los conocimientos técnicos adecuados. Esto principalmente se debe a las reglas y normativas sobre la manipulación y el almacenamiento de las baterías. El componente peligroso en el transporte de baterías es el aspecto ambiental y de la contaminación.
Debido a las distintas normativas en cada país, Maersk está desarrollando un sistema de gestión end-to-end junto con almacenamiento temporal y depósitos para los flujos de baterías en mercados clave como Brasil y México.
¿Cómo se ve el futuro?
Para estar preparados para las interrupciones imprevistas, la gestión de la cadena de suministro, la integración de datos y la automatización serán clave, ya que brindan acceso a información no restringida. Las soluciones que tratan la visibilidad en la cadena de suministro, el transporte y la gestión en destino también serán igual de cruciales para todo proveedor de logística, para fijar su presencia en el mercado.