Pedro Cruz.
Ciudad de México.- Los nuevos aranceles decretados por el gobierno de México y publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), que establecen un incremento del 25% a ciertos productos procedentes de países que se encuentran fuera de tratado de libre comercio, como es el caso de China, ha provocado un revuelo en el país sin precedentes y se prevé un futuro incierto ante esta situación, así lo señaló Eduardo Sojo Santos, cofundador de LGS International, consultora líder en cadena de suministro entre México y China.
A decir del experto, industrias más específicas como el acero o aluminio, sin duda, seguirán siendo rentables desde Asia (no sólo de China) ya que existen demasiados productos fabricados con esta materia prima.
De acuerdo con los últimos datos arrojados por una radiografía de la industria del acero en México, elaborada por la Canacero, la producción y consumo de acero líquido creció de 23 a más de 28 millones de toneladas, del año 2012 al 2021. Según la investigación, en el mismo periodo, la producción nacional se ha mantenido por encima de la importación del acero chino entre cinco y 10 millones de toneladas por año.
Sin embargo, Sojo señala que en el caso de las certificaciones para la fabricación de acero de uso aeroespacial, por ejemplo, no se encuentran fácilmente en México, e incluso en China existen pocos proveedores, ya que los que cuentan con ellas, son empresas muy poderosas en la industria y con una calidad excepcional.
“Aunque México es un gran productor de acero, no alcanza a cubrir la demanda por sí solo, tanto en la materia prima como de productos manufacturados que la necesitan, y el incremento en los aranceles pone un escenario aún más complicado. Es un hecho que México ganará más nearshoring, sí, pero a largo plazo los fabricantes nacionales seguirán compitiendo contra las importaciones de los productos que el gobierno federal busca proteger”, apuntó el cofundador de LGS International.
¿Qué pasará? Sojo Santos explica que durante años México seguirá importando los productos chinos, que con todo y el arancel, siguen siendo más baratos que los nacionales y además la calidad es mucho más estable que el nacional.
Al mismo tiempo sentenció, que no todo es malo, ya que esto puede ayudar a que empresas Chinas busquen abrir empresas en México como base para Latinoamérica, y será ahí donde el nearshoring comenzará a rendir frutos, debido a que las fábricas chinas traerán con ellas todos esos elementos escasos en territorio nacional que irán desde tecnología hasta mano de obra calificada.