Raymundo Barradas.
Mexicali, Baja California.- El escenario mundial para el traslado de bienes, insumos y productos ha cambiado de manera acelerada luego de presentarse la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de COVID-19. Esta aceleración vino a representar una oportunidad positiva de crecimiento y mejora para la logística internacional, en diversos sectores comerciales.
Aspectos como los modelos de negocio con oferta en línea, los puntos de venta como centros de distribución, el acortamiento de la relación entre proveedor y cliente, las ventas a través de aplicaciones como WhatsApp, así como la migración de la modalidad offline a online de un número creciente de empresas, que se proyectaban para llevarse a cabo hasta en cinco años más adelante, hoy ya están en práctica, explicó la Dra. Bertha Martínez Cisneros, Coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad, Campus Mexicali.
La académica refirió que la pandemia puso a prueba los planes de acción de las empresas, enfrentándolas al desafío de responder adecuadamente a la contingencia, y a la necesidad de replantear los roles de sus colaboradores y el re-surtimiento de la cadena de suministro y de los inventarios.
Además, las compras de pánico realizadas por los consumidores marcaron la pauta de los productos más solicitados, haciendo sobresalir a las empresas que diseñaron o que ya contaban con un sólido plan de ataque para emergencias, y con la capacidad de adaptabilidad.
“Por ejemplo, pese a la alta demanda de papel higiénico, en México nunca existió un desabasto del producto, sin embargo, no fue así con artículos como gel antibacterial o insumos médicos”, expuso.
El COVID-19 marcará las nuevas tendencias
El momento que se vive actualmente, reflexionó la académica, es inédito y adecuado para que el ámbito logístico pueda replantearse cómo mover los productos de manera que se cubran satisfactoriamente las demandas de las cadenas de suministro, contemplando el aumento de éstas.
Algunas acciones para implementar son:
1. Aumento de los niveles de inventario. Por diseño, las cadenas de suministro minimizan inventarios para distribuir bienes a bajo coste. No toleran la volatilidad, pues conduce a la pérdida de ventas e ingresos. En el pasado, eventos como los desastres naturales y paros laborales en puertos logísticos han llevado a cambios escalonados en las prácticas de inventario. La pandemia del COVID-19 ha hecho que se considere ampliar de manera permanente los espacios de reserva, para estar preparados en caso de una nueva contingencia.
2. Adopción del comercio electrónico. La práctica del distanciamiento social, necesaria para salvaguardar la salud, ha hecho que el consumidor deje de asistir a los establecimientos y realice sus compras en línea. Esto hace que las compras a través de plataformas digitales dejen de ser un tema generacional y estén cada vez más al alcance de los usuarios con acceso a Internet en general.
3. Diversificación de los proveedores. El COVID-19 podría acelerar la tendencia estructural de mover la fabricación a nuevas ubicaciones. Una ampliación de ubicaciones de fabricantes crearía una demanda de segundo orden a través de proveedores y redes para servir a los mercados de consumo y permitiría optar por proveedores locales antes que por los internacionales.
“En estos tiempos, la logística en las empresas se vuelve trascendental, sin importar su giro o tamaño, haciendo necesaria la formación de capital humano cada vez más y mejor capacitado para enfrentar los nuevos retos que el mercado demanda”, concluyó la Dra. Bertha Martínez.