Pedro Cruz.
Veracruz, Ver.- En el vertiginoso mundo de los productos farmacéuticos, mantener la integridad de la cadena de frío es fundamental para garantizar la eficacia y la seguridad del producto; cada vacuna, cada medicamento vital, requiere ser custodiado por un guardián invisible: un sistema de empaque personalizado.
Si consideramos que los costos logísticos de la cadena de frío representan entre el 15% y el 20%, es decir, al menos de 3% a 8% más que una cadena de suministro en seco1, es crucial asegurar que los productos lleguen a su destino en condiciones óptimas, reflejando la importancia de priorizar la calidad y la seguridad en cada etapa del proceso logístico.
Para Kryotec, empresa especializada en soluciones que garantizar la integridad de los productos en la cadena de frío, es imprescindible mantener todo producto termosensible a temperaturas específicas durante su transporte y almacenamiento, desde su fabricación hasta su entrega al paciente, siendo este último paso uno de los principales desafíos logísticos; para Carlos Infante y Loya, fundador y presidente del Consejo de Administración de Kryotec, “la implementación de empaques innovadores y materiales aislantes eficientes también juega un papel fundamental en la preservación de las condiciones óptimas de los productos durante el transporte”.
Y es que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil y esto mismo sucede en la cadena de frío, pero a medida que surgen nuevas tecnologías, las soluciones de empaque innovadoras se están convirtiendo en un factor crítico para transformar el panorama de la cadena de frío. Estos avances no solo están mejorando la calidad y la confiabilidad de los envíos sensibles a la temperatura, sino que también abordan las crecientes preocupaciones de sostenibilidad de la industria.
Dentro de estos avances se encuentran los materiales de aislamiento, que están empleando materiales que mantienen temperaturas constantes durante períodos prolongados. Estos materiales son particularmente efectivos en sistemas de refrigeración pasiva, que son esenciales para el transporte de larga distancia donde la refrigeración activa puede no ser factible. Al proporcionar una protección térmica superior, estos aisladores avanzados garantizan la estabilidad de los productos sensibles a la temperatura incluso en condiciones extremas.
Y es que, constantes incidentes en todo el mundo, han demostrado la fragilidad de la cadena de frío: lotes completos de vacunas han tenido que ser desechados debido a fluctuaciones de temperatura durante el transporte. Este tipo de eventos, aunque desafortunados, resaltan la necesidad imperiosa de soluciones más robustas y eficientes para garantizar la integridad de los productos sensibles.
La cadena de frío, ¿un eslabón débil?
La cadena de frío, esa red de instalaciones y equipos diseñados para mantener productos a temperaturas específicas, es esencial para garantizar la seguridad alimentaria y la eficacia de los medicamentos, asegurando que lleguen en condiciones óptimas para su uso; sin embargo, esta cadena a menudo se ve afectada por una serie de desafíos:
Fluctuaciones de temperatura: Las condiciones climáticas, los problemas en la logística y las fallas en los equipos de refrigeración pueden causar variaciones de temperatura que dañan los productos.
Falta de visibilidad: Tradicionalmente, ha sido difícil rastrear la temperatura de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro, lo que dificulta la identificación de problemas a tiempo.
Dependencia de métodos tradicionales: El hielo seco y los geles packs, aunque efectivos, tienen limitaciones en términos de duración y capacidad de monitoreo.
Encontrar las mejores soluciones de embalaje es esencial en todo momento, pero cuando se trata de alimentos y productos farmacéuticos, hay una presión adicional. Sin el aislamiento adecuado, los productos son vulnerables a temperaturas extremas y un embalaje ineficiente puede tener un impacto grave en el usuario final.
Adaptar los envases de la cadena de frío a necesidades específicas, puede optimizar operaciones de la cadena de frío, minimizar el riesgo de variaciones de temperatura, y proteger la calidad y la integridad de sus productos sensibles a la temperatura. Sin embargo, soluciones especializadas, como el monitoreo de temperatura, embalajes térmicos avanzados, optimización de rutas y alianzas logísticas, junto con la capacitación del personal y la implementación de protocolos estándar, sistemas de respaldo, tecnologías para la trazabilidad y enfoques sustentables, pueden garantizar las vidas que toca esta industria y, sobre todo, la integridad de estos vitales biológicos para evitar pérdidas humanas.
“La tecnología, la colaboración y la planeación son aliados clave para optimizar y garantizar la cadena de frío en todos sus elementos, ya que no solo aseguran la integridad y eficacia de productos termosensibles, sino que también contribuyen a la reducción de costos asociados con las pérdidas y daños, optimizando la cadena de frío y mejorando la capacidad de respuesta ante posibles contingencias”, mencionó el directivo.